Un poco de Historia
Antiguo lugar de señorío eclesiástico, encuadrado durante la Edad Media en el valle de Aibar. Supuestamente entregado al monasterio de Leire a mediados del siglo IX, sus vecinos eran efectivamente "mezquinos" de la abadía ya en el siglo XI y el abad les concedió (1084) tierras en su "decanía" de Torre (Torr) para plantar viñas y disfrutarlas a medias. Una centuria después (1173) les ofreció un término junto al cenobio para repoblarlo a cambio de ciertas ventajas en su estatuto señorial y jurídico. Este proyecto no debió de prosperar y, transcurrido casi otro siglo, se reajustó (1262) la pecha de los "labradores" de la villa, fijándola en 60 cahíces de trigo y cebada, más 12 dineros en concepto de "opilarinzada"; seguirían prestando las "labores" acostumbradas una vez al mes y debían mantener el puente entre su población y la granja de Torr. El mismo monasterio poseía la iglesia local, dedicada a San Salvador, incluida la mitad de la "cuarta" episcopal (1198).
Perteneció al corriedo de Liédena*, hasta las reformas municipales de 1835-1845, y fue lugar de señorío del monasterio de Leire*, hasta las mismas fechas. Las citadas reformas coincidieron con la desaparición de las jurisdicciones señoriales, la sumisión de todos los ayuntamientos navarros a un régimen común, la reordenación de los términos de estos ayuntamientos y, en fin, la desamortización eclesiástica, que entre otras suprimió la comunidad de Leire. Con ello, Yesa se separó del corriedo, convirtiéndose en ayuntamiento independiente e incluyendo ahora en su término el de Leire.
Al mediar el siglo XIX tenía escuela, dotada con setenta robos de trigo que se pagaban de los fondos de propios; el párroco era presentado por el rey. El puente de piedra que tenía sobre el Aragón había sido arruinado por la avenida de 1787; se reedificó inmediatamente por ser lugar de paso para las cañadas dela Ribera de Navarra y camino para Aragón. Volvió a ser cortado durante la primera guerra carlista (1833-1839) por su ojo principal, luego volvió a ser restaurado por la Diputación provincial
Al mediar el siglo XIX tenía escuela, dotada con setenta robos de trigo que se pagaban de los fondos de propios; el párroco era presentado por el rey. El puente de piedra que tenía sobre el Aragón había sido arruinado por la avenida de 1787; se reedificó inmediatamente por ser lugar de paso para las cañadas de